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Pareja mayor, hacer, yoga

La búsqueda del equilibrio

Tenemos la tendencia a creer que nuestro cuerpo es independiente de nuestra mente y que somos seres que nada tenemos que ver con nuestro entorno, pero no es así. Hay una relación bidireccional entre nuestro mundo interno y nuestro mundo externo. Aquello que ocurre en nuestro contexto nos afecta directamente. Un ejemplo de ello sería una situación familiar disfuncional donde la comunicación es a base de gritos e infravaloraciones, enfermedades, un contexto socio-económico desfavorable, el cambio climático…etc. Ésto activará nuestro hipotálamo y nuestra amígdala dando lugar a estados de malestar, tristeza, miedo, ira y ansiedad. Sin embargo, si nos encontramos en la playa tumbados tomando un tinto de verano, toda esta sintomatología desaparece.

De la misma manera, si nosotros le damos un valor negativo a un estímulo, éste aunque no lo sea, se volverá perjudicial para nosotros y el entorno. Un ejemplo de ello sería pensar que todo ser humano del planeta nos puede hacer daño, lo que puede causar una extrema desconfianza con comportamientos austeros dando lugar a conflictos sociales y laborales. Así mismo, una valoración excesivamente positiva nos puede acarrear problemas como por ejemplo serían las compras compulsivas. Comprar reiteradamente porque nos gusta, aun no teniendo la necesidad de ello, no sólo puede acarrearnos problemas económicos sino que puede afectar a nuestro mundo emocional, nuestras relaciones y al clima. Por tanto, nosotros somos influidos por el contexto y éste por nosotros.

Pero también ocurre que mente-cuerpo han de estar en equilibrio. Si nuestra mente se encuentra bloqueada o dañada, no nos moveremos por mucho que queramos porque nos vemos impedidos psicológicamente y si tenemos una patología física, tendremos mayores dificultades motoras y cerebrales por mucha aptitud que tengamos. Por ello, es importante entender que actuamos como un todo, como un sistema formado por tres elementos clave: mente, cuerpo y entorno. Encontrar el equilibrio entre ambos es la clave de la supervivencia y el bienestar personal.

Centrarse sólo en uno sin tener en consideración el otro, lo único que puede acarrear es un desajuste en el sistema.

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