“Tengo la cabeza a mil, no paro de pensar. No paro de darle vueltas y no me deja dormir.” Muchas veces hemos oído alguna de estas frases pero en la mayoría de las ocasiones el problema no son los continuos e incesantes pensamientos, porque si nos paramos a pensar, tenerlos es lo que nos hace humanos. Tener preocupaciones, ambiciones, cosas por las pensar es lo que le da sentido a nuestra vida. Nos ayuda a ponerle nombre a las cosas, identificar nuestros sentimientos (lo que nos hace feliz y lo que no), nos ayuda a buscar soluciones. El problema radica realmente en lo que hacemos con ellos o lo que no hacemos. Si queremos alcanzar un objetivo pero lo único que hacemos es quejarnos de que no lo logramos, la rumiación nunca se irá y el sentimiento de malestar tampoco porque no estamos haciendo nada que nos lleve hacia ese objetivo, sea cual sea. Si tenemos un problema y sabemos cual es la solución, hagamos lo que tengamos que hacer para solucionarlo, no andemos con “y si mejor hago...” porque no nos atrevamos a hacerlo. Si tenemos mil cosas que hacer y sabemos que no nos va a dar tiempo, no debemos pasarnos la vida pensando en que no nos va a dar tiempo y ponernos sin más a hacerlo porque mientras estamos pensándolo se nos van las horas. Ya sabíamos de antemano que no lo íbamos a hacer todo. Si hoy no pudo ser, se hará mañana.
Ahora bien, hay veces que el contexto, donde verdaderamente si es un problema, no nos permite realizar lo que queremos. Por ejemplo: enfermedades, situación socio-económica, justicia-gobierno...etc. Aquí debemos cambiar nuestra forma de pensar, fijándonos en lo que estamos haciendo por estar bien y no lo que podría ser o que por desgracia tenemos las manos atadas. Eso es una pérdida de tiempo.
La vida en sí, es demasiado complicada como para enredarla más aún. No perdamos el tiempo en cosas que no lo merecen, la vida es para vivirla. Si no puedes, actúa y cambialo, si aún así sigues sin poder, ya podrás más adelante y si no, busca alternativas sin olvidarte del presente, aprende a vivir dentro de las posibilidades pero haz algo. Porque la vida es movimiento, nada es estático.
Y para aquellos que no pueden dormir porque siempre están pensando, pensar pero en cosas que os gusten. Cuando uno va a la cama es para descansar y soñar. Es tu momento “all bran”, permítete soñar y lo que sueñes vívelo con todos tu sentidos. Saboréalo como si estuvieras allí. Si te gusta leer termina el capítulo que te has leído, sé por un momento el escritor y el personaje. En lo demás ya pensarás mañana, que el día es muy largo.
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