Cuando decidimos tener niños queremos darles todo lo que nosotros no hemos tenido y darles siempre lo mejor, que no les falte de nada pero cuidado con esto porque es un arma de doble filo si no se hace bien. Los niños también necesitan límites para aprender a regular la conducta ya que vivimos dentro de una sociedad y no en todos los contextos te puedes comportar de igual manera. Necesitan saber que las cosas se ganan y cuánto cuesta ganarlas, no que se consiguen simplemente abriendo el pico porque sino el día de mañana estos niños no tendrán tolerancia a la frustración y, por tanto, en el momento que no puedan conseguir algo de forma inmediata o fácil, les generará tal malestar que les puede llevar a una depresión. Además, necesitan hacer las cosas por sí mismos aunque tarden, aunque les cueste. Nosotros, los adultos, estamos para guiar no para darles las cosas hechas, estamos para proporcionar las herramientas tanto físicas como emocionales necesarias para afrontar el mundo en el que se van a mover. A los niños hay que enseñarles a pensar, a resolver problemas con los pocos recursos que tengan porque eso les va a dar la oportunidad de no anclarse, desarrollar su inteligencia, su capacidad de resiliencia y su capacidad de superación. Hay que enseñarles a ser proactivos e independientes.
Fijaros que hoy día, una de las más mortíferas patologías psicológicas, la depresión, va en aumento y una de las mayores razones es que no hacemos autosuficientes y resilientes a nuestros hijos, no los preparamos para la vida real. Muchos viven entre algodones y cuando quieren enfrentarse a este mundo entran en shock, les comienza a dar ansiedad y si ésta es mantenida, viene la depresión.
Por lo tanto, hay que proporcionar, como la mama oso hace con sus oseznos, las herramientas para su superviviencia en este mundo para que cuando no estemos, ellos puedan valerse por sí mismos física, psicológica y emocionalmente hablando.
Os voy a dejar a continuación una serie de beneficios de hacer a nuestros hijos autosuficientes, independientes y resilientes:
Capacidad para la toma de decisiones
Tolerancia a la frustración
Son resolutivos, es decir, son capaces de encontrar soluciones ante cualquier problema.
Tolerancia a la soledad.
Confianza en sí mismos
Autoestima sana
Adquieren un buen autoconcepto.
Seguridad en sí mismos.
Desarrollan la “aceptación” ante situaciones en las que no se puede tener el control o situaciones en las que no siempre la vida es color de rosa.
Desarrollan lo que llamamos psicología emocional donde incluimos la empatía y el reconocimiento de las emociones y su función.
Con todo ello les hacemos ser COMPETENTES PARA LA VIDA.
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